autor: Raymond Chandler
edición: Cátedra (2012)
edición: Cátedra (2012)
El fantástico quizás sea un género minoritario pero su atractivo ha cautivado a escritores tan célebres como Robertson Davies o Raymond Chandler, quienes se han lanzado en un momento u otro a escribir y publicar pequeños relatos fantásticos. El caso de Chandler es, si más no, curioso.
Autor reconocido por la crítica como uno de los mayores exponentes de la novela negra, su detective Philip Marlowe es uno de los más icónicos de la literatura de misterio.
Chandler era allá por 1950 un novelista de éxito y un reputado guionista de Hollywood y disfrutaba de las mieles del éxito profesional. Aun así en 1954 el escritor reconocía que había algo que le carcomía en su interior: deseaba escribir relatos fantásticos. Esta pulsión literaria no era un capricho de madurez, sino que ya rondaba su mente en 1939 tras publicar su primera novela; en un texto mecanografiado en estas fechas el autor hacía ya referencia al cuento
"English Summer” y al éxito que según él debería tener tras su publicación.
El género fantástico permite al escritor alejarse de las directrices estándar de cualquier otro tipo de relato, disponiendo de absoluta libertad en lo que a escenarios,
personajes e incluso ritmos narrativos se refiere. Se sitúa en las antípodas del género policíaco en el que Chandler se desenvolvía con soltura hilvanando historias perfectamente estructuradas, novelas que le permitían ganarse el sustento con comodidad y que (según el propio Chandler) era la única clase de literatura que él consideraba honesta. Pero no era esa libertad creativa la que él anhelaba. De hecho Chandler recelaba de las tramas 'maravillosas' y de las utopías de planteadas en la ciencia-ficción. Como gran creador de personajes le interesaban sobremanera las reacciones de sus protagonistas y el acontecer de hechos fantásticos sin explicación aparente le abría un abanico nuevo de posibilidades a las que los protagonistas deberían enfrentarse. Con estas aspiraciones Chandler se propuso plasmar en papel una docena de relatos fantásticos, aunque finalmente solo tres llegaron a buen puerto, todos ellos recogidos en esta brillante edición de Cátedra.
Opinión:
En “The bronze door” nos encontramos con Mr.Sutton-Cornish, un personaje disgustado con su relación conyugal. Tras volver a casa borracho su mujer le planteará un ultimátum. Esa misma noche, aún bajo los efluvios del alcohol, saldrá a dar un paseo; un extraño y anticuado carruaje Hansom le recogerá y le trasladará al Soho. Una vez allí sus pasos le conducirán hasta una casa de subastas donde hallará un extraño objeto: una puerta de bronce que parece ser la solución a todos sus problemas. Tras unas misteriosas desapariciones relacionadas con dicho objeto asistiremos a la consiguiente investigación policial llevada a cargo por Scotland Yard. Sus diligentes agentes tratarán de descifrar el misterio que se esconde tras estos hechos extraordinarios. Todo el relato está perfectamente orquestado, tiene un ritmo excelente y está salpicado de agradables toques de humor negro. Lejos del arquetipo de hombre rudo descrito habitualmente por Chandler Mr. Sutton-Cornish es más bien un hombre pusilánime, pero con su magnífica construcción dicho personaje enseguida consigue conectar con el lector y es fácil empatizar con él y con su cruzada personal.
En “Professor Bingo’s Snuff” el retrato pertenece a otro hombre venido a menos: en este caso es Joe Pettigrew el individuo gris y anodino, un hombre que tiene alquilada la planta baja de su casa al individuo que está liado con su frívola esposa Gladys. Cuando ella y Porter Green (el galán inquilino) aparecen muertos en extrañas circunstancias los detectives de la policía irrumpirán en escena. Desarrollados de forma breve pero profunda, estos dos individuos investigarán con meticulosidad el caso y pondrán a prueba la resistencia mental de Pettigrew, ya de por si algo menguada. La aparición del prodigioso doctor Bingo, auténtico catalizador de la historia, pondrá el broche a una historia en la que brillan los personajes pero que me generó alguna duda en su densa trama cargada de alcohol, celos y muerte.
'Porter Green tenía un cigarrillo en la comisura de los labios
y entornaba los párpados para protegerlos del humo.
Era un tipo alto y moreno, con los cabellos salpicados de gris. Bien vestido.
Podía ser cualquier cosa que no exigiese demasiado trabajo ni demasiada honradez.'
y entornaba los párpados para protegerlos del humo.
Era un tipo alto y moreno, con los cabellos salpicados de gris. Bien vestido.
Podía ser cualquier cosa que no exigiese demasiado trabajo ni demasiada honradez.'
A pesar de ser “English Summer” el cuento que Chandler parece tenía más madurado (y del que más se enorgullecía) ha sido el que menos me ha sorprendido de los tres. La aproximación de los dos anteriores al mundo de la novela negra, siempre con un giro de tuerca fantasioso, aportaba a estos una pátina densa y oscura que este último no tiene y que he echado en falta. Invitado por los Crandall a la campiña inglesa, el americano John Paringdon se verá atrapado entre dos mujeres radicalmente opuestas que guiarán su sino tras un trágico suceso. Si bien ambas se presentan con roles atractivos su aportación a la trama se acaba diluyendo resulta algo inconexa, generando vacíos argumentales que hacen que este relato no alcance los niveles de excelencia de los dos anteriores. El planteamiento inicial resulta atractivo pero el desarrollo de esta última historia acaba desmereciendo en parte el cierre de esta trilogía fantástica de Chandler, un elegante conjunto de tres historias primorosamente narradas.
“The Edge of the West”, “Grandma's Boy”, “The Disappearing Duke” o
“The Four Gods of Bloon” son otros tantos relatos que se quedaron en el tintero. Tenemos constancia de la intención de Chandler respecto a alguno de ellos pero por desgracia nunca los llegó a desarrollar por completo. Debemos pues conformarnos con estas tres pequeñas joyas, breves historias que se separan tangencialmente de la carrera de Raymond Chandler. Quizás no sean tan loables como las novelas que éste escribía metódicamente para ganarse el sueldo, pero su valor es incalculable como documentos escritos que atestiguan el talento de Chandler así como su valentía al remontar otros cauces más agrestes y desconocidos para él como son los del género fantástico. La fabulosa edición de Cátedra, con su extensa primera parte de ensayo biográfico, dará a conocer además a los
seguidores del escritor la historia que envuelve a este monstruo de la literatura moderna que es Raymond Chandler.
Ficha:
"La puerta de bronce y otros relatos" - Raymond Chandler
Cátedra (978-84-376-3063-2)
291 páginas
Cátedra (978-84-376-3063-2)
291 páginas
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