Cuando uno lee un libro del cual ya ha visto la adaptación cinematográfica corre el peligro de abordar la lectura con cierto tedio: conocemos previamente el desenlace, apenas hay margen para la sorpresa y es difícil no poner la cara de los actores a sus protagonistas. Por fortuna con "Relato soñado" ("Traumnovelle" en su idioma original) no me ha pasado nada de esto. Ha sido un auténtico placer devorar esta novelita por las noches, dejándome llevar por la sugerente prosa de . Este prolífico autor de finales del s.XIX y principios del XX fue un adelantado a su tiempo. Interesado en el erotismo, la psicología y la muerte puso las bases de una de las películas más sorprendentes que he tenido el placer de disfrutar: "Eyes wide shut".
Tras asistir a un baile nocturno de máscaras Fridolin y su esposa sienten renacer su pasión y sucumben de nuevo a los misterios del cortejo y la seducción. Pero todo se desvanece con el gris amanecer del día siguiente y con la monotonía de su rutina diaria. Esa misma noche, ya en la alcoba, se sinceran el uno con el otro y discuten sobre los peligros del coqueteo con desconocidos y la inherente posibilidad de la infidelidad que ello conlleva. Buscando poner celoso al otro ambos rememoran y exageran viejos encuentros, historias que agrandarán los resquicios de su aparentemente sólido matrimonio.
Por la noche Fridolin abandona el domicilio conyugal para atender una urgencia. Dolido por la confesión de su mujer (no logra quitarse esas adúlteras imágenes de su mente) descarta volver a casa al acabar el servicio médico y decide vagar por la ciudad. En un café se reencuentra por sorpresa con un antiguo compañero de estudios que ahora se gana la vida como pianista. Nachtigall le relata los asombrosos pormenores del trabajo que le espera esa noche. Espoleado por el rencor y cautivado por un soplo de aventura no exento de peligro Fridolin convence a su amigo para poder colarse en tan misteriosa fiesta. Tan solo un disfraz y una contraseña le separan de un paraíso de resplandeciente sensualidad, un edén de promesas lujuriosas.
seguía siendo un misterio y, desde sus máscaras negras,
unos ojos grandes lo miraban resplandecientes como
el más insoluble de los enigmas, el placer inefable de mirar
se transformó para él en el tormento casi insoportable
del deseo.
Schnitzler ahonda en esta novela corta en los sentimientos humanos (la culpa, los celos, el amor,...) mientras evoca con su prosa la elegancia de los bailes de máscaras. Nos encontramos ante una obra subyugante a la par que desconocida, una pequeña joya muy moderna para su época (la novela está escrita en 1926) que sin duda vale la pena descubrir. Este viaje onírico por las calles de Viena llevará a Fridolin a los límites de su moralidad y su cordura, bordeando de forma constante unos límites que dividen el sueño de la realidad; de ahí el título original de la obra en alemán. Las consecuencias de sus actos, desde luego, acarrearán consecuencias con las que el propio protagonista deberá cargar.
Imaginarse la película mientras leemos la novela es inevitable. En este caso la versión de celuloide está a la altura de la obra literaria gracias al mimo y el detalle con los que Sus apenas ciento treinta páginas no son excusa para no embarcarse en una grato y sensual viaje que nos llevará más allá de lo moralmente correcto y que seguro logrará remover nuestras conciencias.
hacía sus filmes. Si bien ambas obras difieren en el contexto histórico y en algunos pasajes sí que mantienen una excepcional coherencia argumental en los momentos clave: sirva como ejemplo la importancia que la música desempeña en la tensión narrativa. Mi recomendación es que si os gustó la película tenéis que leer el libro; en caso contrario, leedlo también.Acantilado - Colección Narrativa del acantilado, 147 (978-84-96834-81-1) - 2008
132 páginas
No hay comentarios:
Publicar un comentario