autor: Félix J. Palma
edición: Pre-Textos (1998)
edición: Pre-Textos (1998)
Félix J. Palma es un gran novelista y el éxito de su trilogía victoriana avala dicha afirmación. Pero todo escritor tiene unos inicios menos gloriosos, una obra germinal que supone los cimientos, quizás no de su estilo (este se puede ir puliendo con el tiempo) pero sí de su literatura, un libro que lo define como autor. Sin haber leído ninguno de los libros de la citada trilogía me decanté de lleno por iniciarme con “El vigilante de la salamandra", ópera prima de este autor gaditano que se define como cuentista casual.
Se trata de un conjunto de doce relatos de marcada influencia fantástica narrados con un personalísimo estilo que bebe de grandes como Poe, Borges o Cortázar. De las costillas de Cortázar surgen, según su propio autor, estas historias de hombres y mujeres grises, anónimos tras nombres mundanos, algo proclives a la insatisfacción y que buscan vías de escape a sus vidas a través de la fantasía y el absurdo. Cargadas de símiles y contradicciones, de descripciones voraces que arrastran al lector, estas historias buscan todas ellas encajar a la perfección en su pequeño universo dotadas de la estructura y el final adecuados. Para leerlas y comprenderlas debemos tomarnos al pie de la letra aquello que dijo Cortázar:
'Lo fantástico irrumpe en lo cotidiano, puede ocurrir ahora,
en este mediodía de sol en que usted y yo estamos conversando.'
en este mediodía de sol en que usted y yo estamos conversando.'
Sinopsis:
Si en "Trozos de vida al viento" un hombre desvela sus más oscuros secretos a una lectora anónima, en "Aquel tren donde fuimos tan felices" la máxima de Chejov sobre las armas de fuego se cumple y se desencadenan los instintos más bajos y la violencia más primitiva. "Sombras en el malecón" es un relato demoledor sobre la pérdida y sus consecuencias, sobre el paso de los días grises entre rutinas guiadas por el hastío y por la falta de voluntad, pero sobretodo es el retrato de dos personas que se encuentran pero se añoran. He aquí los personajes que se buscan y las contradicciones, dos temas recurrentes en los breves relatos de Félix J. Palma.
En "María Calaveras" conoceremos a hombres que intentan evitar la muerte pero que la encuentran en los sitios más inesperados, pues la llevan escrita sobre la piel y no pueden evitar su sino. Realidades paralelas donde no existe el pollo, reflejos en el espejo que devuelven rostros desconocidos y trabajos purificadores de lo más curiosos son otros de los hilos argumentales de un conjunto de cuentos donde todo tiene cabida. Sus páginas están pobladas por referentes de la literatura fantástica y gótica de los siglos XIX y XX: seres malditos capaces de predecir la muerte, transfiguraciones, duelos a pistola,...
Opinión:
La prosa de Félix J. Palma tiene el acierto de adaptar su ritmo según lo requiera cada historia, de forma que nos sumergimos en cada una de ellas en base al tempo que el autor nos marca; ello es determinante para comprender y disfrutar los cuentos. Una lectura a conciencia nos muestra las cualidades y las facetas inherentes al autor, las que explotarán en novelas posteriores y que harán de él un fenómeno de masas, pero también se nos revela como una tarea ardua y opresiva por el detalle descriptivo de la misma. Es una gema por pulir, como toda 'ópera prima'. Se trata de una obra densa que huye de lugares y situaciones comunes, un compendio de los primeros esbozos de Palma como escritor, un santuario donde ha volcado todas sus inquietudes y miedos: la soledad de los personajes desbordados por realidades que no comprenden o no comparten, náufragos a la deriva sentimental y emocional, hacen de este universo literario algo muy personal. Y como tal es complejo de digerir.
Descubrí a Félix J. Palma en uno de los templos literarios de Barcelona, en Gigamesh. Presentaba allí "El mapa del caos" y sin apenas conocer su obra me presenté dispuesto a escuchar qué tenía que decir. A pesar de su carácter introvertido el entusiasmo con el que habló de sus libros, de sus personajes y de sus referentes literarios me convencieron de que me encontraba ante una persona excepcional. Lejos de intentar vender su libro el autor hizo una defensa acérrima de la literatura fantástica y demostró una pasión sin la cual es imposible es escribir bien. Desde ese momento se ganó mi admiración. Y con un ejemplar del libro que abre su trilogía dedicado decidí que quería conocer algo más sobre él. ¿Y qué mejor manera que remontarse a los orígenes? Esta es su obra seminal, algo que he tenido el placer y la suerte de disfrutar para afrontar en condiciones, ahora sí, la lectura de la magnánima trilogía por la que este señor se ha convertido en uno de los pilares de la literatura española actual.
'Tenía el rostro tan frágil que un estornudo parecía capaz de desbaratarlo
y acarreaba en los ojos la ternura feroz de los montes, el corral verde de la pupila
guardando todavía el brillo trémulo de las últimas navajas.'
y acarreaba en los ojos la ternura feroz de los montes, el corral verde de la pupila
guardando todavía el brillo trémulo de las últimas navajas.'
Ficha:
"El vigilante de la salamandra" - Félix J. Palma
Pre-Textos (84-8191-217-4)
213 páginas
Pre-Textos (84-8191-217-4)
213 páginas
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