19 may 2015

La barca d'Isis de Joan Oller

Portada de La barca d'Isis de Joan Oller
autor: Joan Oller
edición: Males Herbes (2014)

cuatro estrellas

Existe un dicho en catalán que reza 'Al pot petit hi ha la bona confitura' y que hace referencia a que lo bueno está en las cosas pequeñas. Tras haber descubierto la colección Distorsions de la editorial Males Herbes no puedo sino reafirmar que el saber popular es una gran fuente de conocimiento, pues en sus pequeños y atractivos volúmenes (con una iconografía y un tono verde deliciosos) se esconden las promesas de grandes obras. Y es que descubrir nuevas e interesantes editoriales produce una alegría sin parangón en los aficionados a la lectura, más aún cuando el hallazgo se hace con una obra tan redonda como “La barca d’Isis”. Publicada originalmente en 1933, esta editorial ha tenido a bien reeditarla en 2014 manteniendo su esencia y respetando el texto original de Joan Oller. Aunque el estilo contravenga los cánones actuales cabe destacar que su lenguaje, su entonación e incluso sus barbarismos aportan la originalidad necesaria para una apuesta tan valiente y arriesgada y, lo que es más importante, que consiguen transportarnos con asombrosa facilidad a otra época, como si de una sesión de hipnosis hacia el pasado se tratase.

Sinopsis:

A principios del siglo XX el ocultismo y el estudio de las ciencias esotéricas estaba muy en boga: sirva de ejemplo una empresa de Boston que se cita en el prólogo que cursaba por correspondencia estudios de magnetismo e hipnosis. En este contexto de fervor metafísico conocemos a Feliu Soter, protagonista de esta novela, un hombre ya maduro cuyo fuerte carácter tiende a causarle disgustos y que es un gran aficionado a la parapsicología.

Soter es la punta de lanza de una sociedad burguesa catalana pudiente y que se dedica a estas aficiones (entre otras) para matar el tiempo. Abandonado por su mujer tras la trágica muerte de su único descendiente, Soter vive en una casa con su anciana tía y mantiene unos hábitos más o menos pausados entre los que se incluye visitar a su amigo Dionís, una especie de confidente espiritual. Dionís Ribera es un personaje extraordinario alrededor del cual orbitan muchos otros buscando consejo, como si de un sabio o un yogui de la India se tratase. Cuando Soter recibe una carta de su mujer Genoveva en la que le da a entender que Tomaset no era hijo suyo el hombre monta en cólera y entra en un espiral de autodestrucción. La misiva altera tanto su estado emocional que visita a Dionís en busca de respuestas, pero no contento con el dictamen de su amigo recurre a las artes oscuras para descubrir qué hay de cierto en el breve comunicado. Es así como descubre que las malas artes de su mujer pueden ser la venganza por las injurias que él mismo le ocasionó a Genoveva en una vida pasada.

Pero este es solo el principio de su periplo. El joven cuerpo de Dorotea, lleno de promesas y fantasías núbiles, le acosa sin descanso hasta que una fatídica noche Soter acaba cediendo a sus pulsiones. Para resolver el entuerto acudirá a Cisqueta, una mujer en la que confía, oronda propietaria de un prostíbulo que a su vez se deleita con las sesiones de espiritismo. A partir de aquí todo es un caos lleno de premoniciones y de fantasmas pretéritos.

Opinión:

La novela me ha sorprendido gratamente. Hacía mucho que no disfrutaba tanto leyendo una obra escrita en catalán. Oller es un gran retratista de la sociedad de la época: excelso creador de personajes, le apasionan las relaciones socioculturales y los lazos entre sus personajes, aunque estos nexos sean meramente místicos. Lejos de efectismos fantasiosos Oller recurre a sus dotes de observador para diseccionar el lado más oscuro y oculto de la Barcelona de esa época, tal y como hacía Emilio Carrere con Madrid. Nos trasladamos pues a casas pobres y minúsculas de barrios periféricos donde habitan inmigrantes con poderes desconocidos y con aptitudes relacionadas con el más allá.

La prosa es ágil y muy hermosa, de las que se paladea a medida que se lee. Y muy divertida también: leemos así con asombro que los cleptómanos deben su enfermedad a que en vidas anteriores fueron ladrones, o que el propio Soter es la reencarnación de un temible e irascible bucanero (este personaje de ficción tuvo tanto éxito entre los lectores que dio pie a un ‘spin off’ literario del propio Oller).

La magia del relato se debe en parte a ese pasado que se nos antoja muy lejano pero que es claramente reconocible, más aún si se conoce la ciudad condal. El aire de misticismo y la fiebre esotérica se erradicarían de cuajo después de la guerra civil por imposición de la iglesia, pero suponen un excelente caldo de cultivo para una historia que se devora con avidez, un auténtico clásico de la literatura catalana recuperado con gran criterio por Males Herbes.

'I quan l'autocar reprengué la marxa i s'enfilà per un turó erm, i, al cim,
hom només descobria cel i mar en confoses boirositats grises i blaves,
va semblar-li que tenia al davant el vel d'Isis, i que navegava,
en la misteriosa barca dels milions d'anys, a través
de grisors ignotes i horitzons sense fi.'

Ficha:

"La barca d'Isis" - Joan Oller
Males Herbes (978-84-941888-1-7)
220 páginas

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