autor: Umberto Eco
edición: Rosa dels Vents (2015)
edición: Rosa dels Vents (2015)
Mi única aproximación previa a la literatura de Umberto Eco fue hace ya unos años: leí “El nombre de la rosa” movido por la curiosidad e influenciado en gran parte por la excelente película de Jean-Jacques Annaud. Fue una lectura ardua (recuerdo páginas y páginas destinadas tan solo a describir el monasterio en el que tiene lugar la acción) pero sin duda muy satisfactoria. De hecho guardo el precioso ejemplar de ese libro en casa como oro en paño pues tengo intención de abordar su relectura en un futuro no muy lejano, convencido de que dicha lectura me aportará nuevos matices y puntos de vista que la harán más enriquecedora. Porque tengo la sensación que Umberto Eco es como el buen vino: mejora a medida que pasan los años y conforme nuestro poso cultural aumenta.
La obra que aquí reseño “Número Zero” es un libro denso, repleto de datos históricos. Tan solo aquellos que vivieron o que conocen la Italia de la época descrita disfrutarán de la obra de una forma completa; el resto, desconocedores del contexto histórico, político y demás, nos tenemos que conformar (que no es poco) con la excelsa prosa de Eco. La excelente traducción al catalán de Anna Casassas Figueras no hace sino facilitar la lectura y consigue que esta sea un proceso fluido y muy natural. Estamos ante un libro que ofrece múltiples capas y una cantidad ingente de información. Hasta dónde esté dispuesto a profundizar el lector ya es una decisión personal.
Sinopsis:
El primer capítulo nos presenta al Dottore Colonna, un hombre ya maduro que malvive de la literatura haciendo traducciones y trabajos de poca monta. En su juventud abandonó la universidad y aprovechando sus dotes para el alemán se dedicó de lleno a la traducción. Después fue alternando diferentes labores, llegando incluso a ejercer de negro para un autor de novela negra que a su vez publicaba bajo un pseudónimo. Pero con la propuesta de Simei llega a un punto de inflexión. Este le ofrece formar parte del equipo de redacción de un periódico muy particular que saldrá cada mes y que divulgará sospechas generalizadas alimentadas con buena parte de trabajo de investigación y otra parte de ficción periodística. La buena remuneración y las expectativas de hacer algo diferente animan a Colonna a embarcarse en este proyecto. Este primer capítulo es extraño. Es un ejercicio introspectivo que cumple a la perfección su cometido que no es otro que enganchar al lector. Vislumbramos en el personaje de Colonna a un hombre algo paranoico, devorado por el miedo y las conspiraciones y, de forma inmediata, deseamos saber más de él, conocer cómo ha llegado hasta esa situación cercana al absurdo.
Los siguientes capítulos nos hacen retroceder hasta unos meses antes, durante el proceso de gestación del rotativo. Conocemos aquí más de cerca al misterioso Simei y al resto de redactores. El autor nos presenta a Braggadocio y a Maia, los otros elementos relevantes de la historia. Vemos como entre todos ellos se van perfilando las relaciones personales más allá del trabajo. Colonna no es el único paranoico. La palma se la lleva Braggadocio, capaz de ver un extraordinario complot en su contra en un hecho tan simple como elegir un nuevo modelo de coche. Todos intentan engañarlo, arguye, y las especificaciones técnicas no hacen sino esconder datos ocultos y dañinos que son trampas mortales para los incautos. Sin duda un fragmento hilarante.
Por otro lado Maia supone el contrapunto emocional a Colonna. A raíz de su relación con Anna il dottore rehúye a las mujeres. El sexo lo usa a modo terapéutico con relaciones esporádicas e inocuas que le llenan momentáneamente. Pero Maia es una mujer diferente. Es más joven que él, es la única chica del grupo y Colonna desarrolla hacia ella una especie de protección paternal. Inteligente pero algo esquiva y solitaria, Maia acabará entablando una bonita amistad con Colonna. Los personajes de Simei y el oscuro mecenas que sufraga en la sombra los costes del periódico se revelarán como personajes turbios y Colonna no confraternizará en exceso con ellos. Pero el quid de la cuestión es conocer qué ha llevado al dottore a tan extraña manía persecutoria. Quizás la información que manejan en el periódico tenga algo que ver con ello.
'Els perdedors, com els autodidactes, sempre tenen coneixements
més vastos que els guanyadors. Si vols guanyar
has de saber una sola cosa i no perdre el temps
amb les altres: el plaer de l'erudició està reservat
als perdedors. Com més coses sap algú,
més malament li ha anat tot plegat.'
més vastos que els guanyadors. Si vols guanyar
has de saber una sola cosa i no perdre el temps
amb les altres: el plaer de l'erudició està reservat
als perdedors. Com més coses sap algú,
més malament li ha anat tot plegat.'
Opinión:
Leer a Umberto Eco es un placer. Su prosa es afilada pero elegante, rebosante de cultura y también de sarcasmo. Sus personajes son empáticos por naturaleza, te los acabas creyendo y confraternizas con ellos. Va de frente y dice las cosas tal y como las piensa. Una frase muy significativa que he encontrado y que alude a su espíritu crítico e inconformista es esta: ‘els diaris no estan fets per difondre notícies sinó per tapar-les’ (los periódicos no están hechos para difundir noticias, sino para taparlas). Toda una declaración de intenciones y una crítica directa a la manipulación constante que hay en nuestra sociedad.
De la mano de Braggadocio Eco hace un recorrido por la historia más negra de Italia: desde Mussolini hasta la época contemporánea del libro. Los años en los que se sitúa la acción no son menos oscuros pues abundan los políticos corruptos y los estamentos manipulados. Todo ello lo cuenta Eco con su fina ironía. Hace falta ser un buen politólogo y tener ciertas nociones del contexto histórico para comprender al cien por cien el libro. Pero para los que no poseemos tal bagaje siempre podemos disfrutar de la prosa mientras aprendemos algo de historia.
Y por lo que respecta al final, ese desenlace que ansiamos desvelar nada más conocer a Colonna en el capítulo inicial, pues puede decepcionar a algunos pero no a mí. Me ha parecido una buena forma de cerrar el libro. Eco se acaba mostrando optimista en el contexto de una obra que, sin parecerlo a simple vista, es tenebrosa, desesperante. He disfrutado de esta lectura: me ha resultado amena y entretenida. Debo reconocer que cuando afronté las primeras páginas del libro lo hice sin saber qué encontraría en ellas. Fue una especie de salto al vacío, sin apenas atisbos de qué me esperaba al final de la caída. Y a veces es mejor así, pues la sorpresa es (casi) siempre buena compañera en los viajes literarios.
Ficha:
"Número zero" - Umberto Eco
Traducción de Anna Casassas Figueras
Rosa dels Vents (978-84-15961-67-3)
216 páginas
Traducción de Anna Casassas Figueras
Rosa dels Vents (978-84-15961-67-3)
216 páginas
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