autor: Jesús Carrasco
edición: Seix Barral (2016)
género: narrativa
edición: Seix Barral (2016)
género: narrativa
Intentar enumerar los premios que acaparó Intemperie, la primera novela del extremeño Jesús Carrasco, puede ser una tarea agotadora; y es que la lista es larga. Igual de tediosa podría haber resultado la labor de hilvanar esta segunad novela, más aun tras ese fulgurante y sonado debut, un hito que acarrea sin duda multitud de expectativas para las obras futuras. Pero lejos de suponer un lastre esto parece haber estimulado la capacidad creativa del autor. Y es que tras leer La tierra que pisamos la sensación que nos queda es que todo ha resultado sumamente sencillo. La prosa de Jesús Carrasco posee una simplicidad inherente que hace que la historia fluya por la mente del lector llenándola de vívidas y hermosas imágenes, todo ello a pesar de que lo que aquí se narra no es precisamente un camino de rosas.
Sinopsis
Agosto. Eva y Iosif viven a las afueras del pueblo, en un recóndito lugar de Extremadura. Ambos son viejos. Él está postrado en el lecho y ella le atiende con diligencia y aparente ternura. Residen allí porque así lo han querido, en una casa pequeña y acogedora con jardín, un hermoso huerto e incluso un establo. Es su pintoresco retiro en el sur, una recompensa a cambio de los años de entrega de Iosif al Imperio. Estamos a comienzos del siglo XX en una España ucrónica, en un terreno que ha sido anexionado por la fuerza a un hipotético estado invasor.
Una noche un extraño se presenta frente a su casa. El hombre permanece inmovil al otro lado de la verja, sin voluntad de entrar en la propiedad pero sin mostrar tampoco intención de marcharse. Impelido por una determinación férrea apenas se mueve durante días, salvo para cambiar de postura. Eva le observa entonces con mayor atención: viste ropaje raído y tiene la cara llena de cicatrices. Ambos detalles esconden sin duda un pasado y Eva ansía, sin saberlo, conocerlo; por eso le ofrece agua y algo de alimento. La desconfianza se torna entonces empatía. Y el silencio se transmuta en una historia.
A través de la narración entrecortada del hombre conocemos su oscuro pasado y también sus secretos, del mismo modo que entrevemos los resquicios inconfesables que separan a Eva y Iosif. Su marido es un hombre arrogante, habituado a dar órdenes y a causar temor, orgulloso de un pasado enquistado en la obediencia ciega a un Imperio que ansiaba dominar el mundo a cualquier precio. Pero el tiempo ha hecho mella en él y su aliento vital se escurre como arena entre los dedos. Es poco más que un despojo pero le sobran fuerzas por denostar a su mujer por el trato que da al intruso. Eva lo soporta como puede y se aferra a unos recuerdos que no son tan dulces como ella creía, imágenes que plasma cada noche en una vieja libreta. La pérdida (ya sea de un familiar, de la libertad o de la patria) es un estigma difícil de borar de la mente, pero contarlo ayuda a superar el trauma. Y escuchar también.
'Dirijo mi mirada al huerto y cierro la escopeta.
Siento en mis manos el seco chasquido del fiador
asegurando el cañón. Un sonido preciso y firme
que alienta en mí una confianza de la que no dispongo.
El acero estriado del tubo será mi boca,
y la pólvora apretada, mi grito.'
Siento en mis manos el seco chasquido del fiador
asegurando el cañón. Un sonido preciso y firme
que alienta en mí una confianza de la que no dispongo.
El acero estriado del tubo será mi boca,
y la pólvora apretada, mi grito.'
Opinión
Apenas tres protagonistas, además de presencias inestimables como Thomas o el Teniente Boom, son suficientes para tejer esta gran historia. La trama resplandece porque está sustentada en tres individuos que apenas necesitan hablar para transmitir emociones. Los estratos de la memoria son los que nos transportan a un pasado que, si bien distópico, no se aleja tanto de la realidad; de hecho se acerca tanto a ella que pasaría por verídico. Y gracias a sus recuerdos y vivencias somos testigos de una gran tragedia, colectiva e individual.
La tierra que pisamos es una historia muy potente, con personajes que despiertan gran empatía en el lector y con una prosa dotada de una sensibilidad extraordinaria. El efecto sanador de verbalizar una historia dolorosa, de escribirla e incluso escucharla, es el motor que mueve a Eva a dar cobijo al extraño. En un primer momento la mujer se debate entre su caridad religiosa y la fidelidad al régimen, pero lo que acaba gobernando sus actos es el corazón. Es el punto de partida para volver al pasado y conocer mejor a ese hombre tan misterioso.
Esta obra ganó en 2016 el prestigioso European Union Prize for Literature. No es para menos. La belleza de su prosa es quizá lo de menos, lo que realmente importa es el trasfondo dramático que esconde. Y el mensaje que transmite: superar los traumas nos ayuda a conocernos un poco mejor. La novela es más que recomendable. No es una lectura fácil debido a la temática pero el autor tampoco escarba en los pormenores escabrosos de unos hechos de sobra conocidos, sino que se limita aquí a exponer unas vivencias, una lucha que, más allá de querer trascender, busca volver a las raíces y reencontrarse con uno mismo.
Entrevista con el autor
El autor nos habla aquí de su obra.
Ficha
"La tierra que pisamos" - Jesús Carrasco
Seix Barral - Biblioteca Breve (978-84-322-2733-2)
270 páginas
Seix Barral - Biblioteca Breve (978-84-322-2733-2)
270 páginas
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