Libros y viajes (III) - Madrid

Con el fin de anticipar mi visita a Madrid decidí indagar y pregunté en las redes sobre librerías interesantes para visitar: ya sabéis, esos lugares con encanto, proyectos independientes con libreros y libreras que conocen bien (y aman) su oficio. La respuesta de la gente fue abrumadora (¡gracias a todos!) y no quedó más remedio que aplicar un filtro y planificar una ruta con unas pocas dejando otras tantas para el futuro. Pero a pesar de toda la preparación han surgido, como en todo viaje, sorpresas e imprevistos, cambios de planes que no han hecho sino mejorar la experiencia de esta búsqueda literaria. Y es que a pesar del calor sufrido durante estos días en la capital el mero hecho de sumergirse entre libros y conocer a tanta gente agradable ha merecido mucho la pena; de hecho me he quedado con ganas de volver y es fácil que repita un día de estos.

Estudio en Escarlata

Juan y su padre atesoran uno de los mayores secretos de Madrid. Los que vivimos en Barcelona tenemos la suerte de tener a nuestra disposición Gigamesh, el templo de la literatura de género, pero lo cierto es que Estudio en Escarlata va a la zaga y no tiene nada que envidiar. Es más pequeña, sí, pero tiene mucho encanto: su enorme catálogo exquisitamente dispuesto y esa planta inferior diáfana y llena de tesoros son un vicio absoluto. ¡Y qué decir de la minúscula habitación de las ofertas! Todos los géneros están allí representados: noir, terror, ciencia-ficción, fantasía,... y gracias a su web podemos consultar con antelación si disponen del libro deseado. De esta forma atinamos seguro con nuestra visita, aunque una vez allí resulta inevitable llenar las alforjas con algún otro libro extra que no estaba previsto. Y es que Estudio en Escarlata es un lugar idóneo para hacer arqueología literaria, una parada obligatoria cada vez que viajo a Madrid.

Cervantes & Compañía

Las chicas de Cervantes & Compañía son una delicia, como su librería. Excelente trato y muy buenas recomendaciones es lo que obtendréis si visitáis este espacio. Poseen un local abierto y diáfano lleno de pequeños ricones decorados con encanto y un sótano multidisciplinar repleto de recovecos, lugares íntimos y sugerentes en los que poder refrescarse del sofocante calor de Madrid, escuchar música o asistir a presentaciones y charlas. Es, sin duda, una de las librerías más bonitas que he tenido el placer de visitar y de ella me llevo un grato recuerdo gracias al esfuerzo que pusieron sus libreras en recomendarme alguna novela; bueno, eso y un libro de Sajalín, que no es poco.

Atticus Finch

Eva es un primor y su librería, aunque minúscula, es una maravilla. El trato de la librera marca aquí la diferencia. Es tal el ambiente de buen rollito que se respira en Atticus Finch que, sin comerlo ni beberlo, entre tres clientes que no se conocían siquiera nació una tertulia de lo más agradable, una conversación surgida de la nada que acabó derivando en recomendaciones cruzadas de libros. Y es que Atticus Finch es una librería con mucho encanto, con magia incluso, un local que funciona gracias al trato que se les dispensa a los clientes y a la fidelización de los mismos. Me comentó Eva que llevan abiertos tres años y que el negocio da lo justo para ir tirando, pero que el ambiente que se respira en el barrio de Malasaña es tan bonito que no le apetece cambiar. Eva es una trabajadora tenaz, una luchadora, una de tantas caras anónimas que cada día se levantan para llevar a buen puerto un proyecto en el que creen; y lo hace con la mejor de sus sonrisas. Le estaré eternamente agradecido por ese té helado que me preparó cuando yo ya desfallecía. Y es que más allá del Río Grande, entrando en Nuevo México como ella dice, el calor apretaba ese día de lo lindo.

Tipos Infames

Tipos Infames es otra parada más que interesante si visitáis Madrid. El concepto de vinos y libros que nos proponen es sumamente original y en la librería se respira un aire bohemio que invita a relajarse y a olvidar los problemas. Los libros están ordenados con pulcritud y es fácil dejarse llevar entre sus estanterías para, más tarde, acabar tomando algo en la zona habilitada para tal uso. He aquí un templo para los vicios: aquellos que hacen referencia a los sentidos y también los que afectan al intelecto.

La Sombra

La librería La Sombra ha sido una escala (casi) diaria en mis excursiones, no en vano tenía el hotel a un par de calles. Es este un proyecto muy reciente (apenas tiene un año de existencia) erigido por tres amigos apasionados de la literatura. Hice buenas migas con Alberto, uno de los libreros, y a menudo me pasaba por allí a tomar prestado un poco de aire acondicionado y a charlar sobre literatura. Lo cierto es que la librería me engañó nada más entrar. Me pareció pequeña a simple vista pero escondía diversos espacios de lo más interesantes: una zona infantil y un sótano donde reside el fondo de catálogo. Como en el caso de Cervantes & Compañía la planta inferior es ideal para deambular sin pasar calor. Aunque en el subsuelo de La Sombra se corre el riesgo de perder la cordura, pues rigen en los stands principales las obras del genio de Providence y el único culto que se rinde allí abajo es el de Cthulhu. La Sombra es un lugar ideal para que vuestra tarjeta de crédito se haga el harakiri y muera con honores; no me extraña que más de uno salga de allí con una carretilla cargada de libros para después lucirlos en twitter.

Arrebato Libros

Arrebato fue una de esas agradables sorpresas con las que uno se tropieza por casualidad. Iba yo caminando por la calle de La Palma de una librería a otra cuando pasé ante un hermoso portal de madera pintado de verde, uno de esos elementos arquitectónicos que, de forma inevitable, invitan a mirar dentro. Y allí estaba el paraíso del libro de segunda mano: un espacio con una distribución impoluta, compartimentado en tres salas y con una sección infantil capaz de trasladar a uno a su más tierna infancia con la simple visión de un puñado de lomos y portadas. Dio la casualidad que el librero era un compatriota, del Poblenou ni más ni menos. Me contó que llevaban bastantes años en Madrid y que el negocio les iba muy bien. Me enseñó incluso los libros de su propio sello editorial, señal que el proyecto va viento en popa. No me pude contener y contribuí a la causa llevándome un libro de Matheson, uno de esos ejemplares de Bruguera con las portadas pulp tan molonas.

¡Hostia un libro!

¡Hostia un libro! fue el segundo descubrimiento del fin de semana. Gracias a Alberto de La Sombra me enteré de este evento donde se reunían pequeños sellos y editoriales independientes para mostrar sus libros, fanzines y demás creaciones. Todo ello en un ambiente de muy buen rollito pero bajo un sol de justicia. Tuve entonces el placer de saludar en persona a los amigos de Dirty Works y de Ediciones Nevsky a la par que me ponían al día de las novedades, presentaciones futuras y otras historias. Parece que por Barcelona habrá movida en un futuro, así que resultó ser una visita de lo más provechosa en cuanto al aumento de hype se refiere.

Adquisiciones

Ha sido este mi viaje más fructífero, una auténtica bacanal literaria que espero no se vuelva a repetir por el bien de mi economía. Esta vez no os pienso dar la brasa con los libros que me he comprado, que han sido muchos y no acabaríamos nunca, pero sí que os pondré los dientes largos con mi adquisición para (casi) completar el catálogo de Dirty Works: ¡la jarra! Y es que tras sofocar el calor de Madrid a base de cañas dobles este homenaje estaba más que cantado. ¡A vuestra salud!