A la hora de abordar una nueva lectura intento no dejarme llevar por opiniones previas, sobre todo cuando estas son demasiado contundentes, pero debo reconocer que en el caso particular de la última novela de "El gigante enterrado" ha causado en mí una impresión que se acerca a la profunda desazón. Lo cierto es que hay poco positivo que pueda resaltar de esta historia, pero más vale ser constructivos y no destripar el libro de buenas a primeras. Así que vayamos por partes.
las sensaciones que he tenido coinciden casi al cien por cien con las de una determinada reseña. Y es queViajamos a la Inglaterra previa a las idílicas postales de mansiones victorianas, prados verdes y caminos serpenteantes, a una época en la que sajones y britanos conviven en una ambiente de calma chicha una vez que las heridas del pasado han cicatrizado. Las vías romanas están en desuso, olvidadas e invadidas por la vegetación, y los parajes por los que deambulamos son tierras sin cultivar, páramos desiertos y lóbregas ciénagas. En esta Inglaterra los seres fantásticos no son solo leyendas y no es improbable que en nuestro camino se crucen ogros, trasgos, duendes e incluso dragones.
Conocemos a Axl y Beatrice, una pareja de ancianos que vive junto a otros individuos bajo tierra, en habitáculos horadados en las colinas. Su madriguera se encuentra en un extremo de la red de túneles, algo alejada de la hoguera central que calienta el complejo. En la comunidad apenas se habla del pasado y a veces resulta imposible recordar a los que se marcharon, ya fuesen seres queridos o individuos que estaban de paso. Con el firme propósito de volver a ver a su hijo la pareja emprende un arduo viaje. A lo largo de su periplo se cruzarán con una serie de individuos con los que se verán forzados a compartir destino: el guerrero Wistan, el joven y afortunado Edwin, el malvado Lord Brennus, el viejo y sabio monje Jonus e incluso un misterioso y errante caballero con delirios semejantes a los de don Quijote. El tiempo les dirá qué papel interpretan estos hombres en la historia, si son amigos o enemigos, y si les permitirán o no llegar a buen puerto.
el amor que sentís el uno por el otro
cuando no sois capaces de recordar
el pasado que habéis compartido?
Un servidor esperaba algo más de Ishiguro, la verdad. Una vez acabado el libro tengo la sensación que el texto peca de excesivos errores, algunos de ellos dignos de un escritor novel y no de un autor ya consagrado: tenemos diálogos largos y repetitivos (demasiados princesa sin ir más lejos), obstinación por la descripción de escenas y por los giros al pasado, excesivas elucubraciones, confusión en el nombre de personajes,... El autor tiene tendencia a adentrarse en intrincados vericuetos y tramas secundarias que no llevan a ningún sitio. No he entrado sugestionado en la lectura pero tras acabar la novela considero que a ciertas críticas no les falta razón, y es que en su conjunto la lectura puede resultar harto tediosa. La verdad es que nunca he acabado de meterme del todo en el libro, aunque ganas de leer "El gigante enterrado" no me faltaban.
La novela narra un viaje a través de la bruma de la memoria: los protagonistas ansían recuperar sus recuerdos aun a riesgo de hallar entre ellos momentos dolorosos. La misteriosa niebla que rodea los parajes ingleses parece estar relacionada con todo este misterio; también el hermetismo tras los muros del convento y el túmulo que hay en la cima de la montaña esconden algunos secretos. La novela bebe de la mitología artúrica y de los seres fantásticos que pueblan los bosques, si bien no es completamente una novela de género (o eso afirma su autor). La clave de la trama tiene que ver con un ser ancestral que habita en sus páginas, pero para descubrirlo tendréis que sumergiros en ellas. Y vigilad porque durante el viaje se os puede obnubilar el juicio, tal y como le ha sucedido al bueno de al escribir este libro.
Editorial Anagrama - Panorama de narrativas, 935 (978-84-339-7966-7) - 2016
364 páginas
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