16 nov 2014

Aelita de Alekséi Tolstói

autor: Alekséi Tolstói
edición: Nevsky (2010)


Un panfleto pegado en la pared de una calle olvidada de San Petersburgo invita a los valientes a viajar a Marte. Esta es la premisa con la que nace “Aelita” (1922), obra clave de la ciencia-ficción soviética. Emparentado lejanamente con los maestros Turgenev y Lev Tolstói, Alekséi Nikoláyevich Tolstói es el artífice de esta curiosa ‘space opera’ que esconde mucho más de lo que cuenta.

Jules Verne, prolífico escritor avezado en pronosticar el futuro y sus artilugios, ya publicó en 1865 una sátira científica sobre el reto de viajar a la Luna en un proyectil. “De la Terre à la Lune” sirvió de inspiración para que Georges Méliès, otro genio en su campo, ideara su icónica película “Le voyage dans la Lune” allá por 1902. Haciendo uso de su desbordante imaginación y de sus recursos como ilusionista Méliès consiguió grabar en nuestra retina, y seguramente también en la de Tolstói, como sería un primigenio viaje a un planeta desconocido. Tolstói cambiará en este caso el escenario lunar por las llanuras marcianas.

Sinopsis:

Tras un punto de partida que ya hemos descrito nos encontramos ante un inicio explosivo de la novela: en apenas veinte páginas el autor nos pone al día, con un lenguaje sencillo a la par que convincente, sobre los pormenores de su proyecto. Detalles técnicos de la aeronave, plan de vuelo trazado y otras minucias técnicas se nos describen de forma cercana hasta el punto que se nos antojan ciertas e incluso viables. Tolstói consigue que creamos a pies juntillas en el ingeniero Loss y en su exótico plan. Entre sus congéneres tan misterioso proyecto despierta también gran expectación; la congregación de gente y los hilarantes diálogos que los rumores desatan entre ellos dan buena fe de que se trata de un momento histórico.

Una vez solos en la nave, Loss y su acompañante Gúsev tendrán tiempo para conocerse un poco más a fondo; sabremos pues qué intenciones han guiado a tan intrépido aventurero a alistarse para descubrir los parajes de Marte. De las motivaciones del primero conocemos poco pero se adivina que esconde un oscuro pasado; de Gúsev en cambios descubrimos pronto que es el típico héroe ruso, idealista y algo inconsciente, y que parte de sus motivos son ensalzar la gloria de la gran madre Rusia (y quizás también enaltecer su ego). Nos encontramos pues ante un hombre que viaja a Marte para huir de su pasado y otro que lo hace para conquistarla con su valor y reclamarla para su bien amada patria.

Una vez allí el cariz de la novela cambia y esta se torna muy imaginativa. Con alguna que otra sonrisa en los labios asistimos a un pueril intento de idear y describir la flora y la fauna del planeta rojo (aunque el astro que se tiñe de rojo sea aquí la propia Tierra). Abandonamos pues la ciencia-ficción más austera para adentrarnos en una novelita de aventuras donde se suceden encuentros disparatados que se acercan más a la superstición que a la reflexión científica. Aunque el encuentro con la civilización inteligente se hace esperar finalmente Tolstói recompensa nuestra paciencia con grandes dosis de creatividad. Se recrea el autor en la tecnología marciana, en sus ciudades y, sobretodo, en su evolución como especie, algo que merecería una entrada a parte (mucho más detallada y reflexiva) en este blog. Será entonces cuando conozcamos a Aelita, personaje femenino de exótica belleza y auténtico catalizador de una historia que acaba teniendo matices trágicos y que contiene uno de los dramas amorosos más hermosos jamás escritos en la literatura.

Opinión:

Aunque la historia parezca algo banal e infantil lo cierto es que Tolstói esconde en ella material de gran valor. Como ya he dicho tratamiento a parte merece la genealogía de las razas alienígenas que en ella se trata, que deja a la altura del betún a la de Ridley Scott en “Prometheus”. Sobre la rebelión marciana hay que buscarle paralelismos bastante obvios en la vida del propio Tolstói. La añoranza que padece Gúsev de su patria es similar a la que debió padecer el autor cuando en 1918 se vio forzado a emigrar por ser contrario a la revolución de Octubre y a sus ideales bolcheviques.

Bajo la capa de aventurilla espacial subyacen pues motivos más oscuros como juicios crípticos a la sociedad de entonces, aunque también se aprecian otros elementos más luminosos, pues en el fondo “Aelita” acaba siendo una hermosa historia de amor más allá de las estrellas. Su final es una especie de sortilegio que permanece imborrable en nuestra memoria (tal y como comenta Félix J. Palma en su prólogo). La obra tuvo un gran éxito en su época y solo dos años más tarde, en 1924, tendría su adaptación cinematográfica.

En general se trata de una novela altamente disfrutable. Las naves y la tecnología marciana descritas en ella merecen una atenta observación. Quizás en algunos fragmentos su prosa sea algo dispersa y tediosa, pero se la debe valorar con el prisma de la época en la que se escribió, hace casi cien años. Lo que sin duda podemos afirmar es que se trata de un clásico absoluto de la ciencia-ficción, un ejercicio arriesgado y algo primitivo de un género que hoy en día tiene gran aceptación, una pequeña joya que la editorial Nevsky ha tenido a bien publicar para regocijo de cualquier lector amante de este género.

Ficha:

"Aelita" - Alexéi Nikolayévich Tolstói
Nevsky Prospects (978-84-937466-5-0)
281 páginas

3 comentarios:

  1. Oye, me ha encantado la entrada. He visto el libro en la librería y lo he mirado y remirado con curiosidad por el título, el nombre y el formato que han elegido.
    A la próxima me lo traigo
    Besos

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario!

      Ya verás, se trata de una novelita de aventuras bastante simpática. Hay que tener en cuenta la época en que fue escrita y el gusto obsesivo de los escritores rusos por la antropología y las costumbres (en este caso alienígenas ;). Pero en el fondo es una historia que se disfruta. La edición de Nevsky tiene el formato de sus primeros libros, que a mi me gusta mucho, y excepto alguna incoherencia puntual en la traducción es un gran libro.

      Espero que lo disfrutes tanto como yo y que la última página te deje también un muy buen recuerdo literario.

      Un abrazo.

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    2. Ya te digo que lo tuve en la mano. Me encanta el formato y la estética de tipografía y colors en la cubierta.
      Ya te contaré, porque este me lo llevo a casa fijo.
      Gracias por responder :-)

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