autor: Poul Anderson
edición: Nova Ciencia Ficción (1997)
edición: Nova Ciencia Ficción (1997)
Desde siempre me ha fascinado el espacio interestelar y su posible exploración, motivo por el que la ciencia-ficción es uno de mis géneros preferidos. Llevo años leyendo novelas de esta temática pero no me considero ni mucho menos un experto; de hecho creo que tengo muchísimo por aprender todavía, más aún después de conocer las opiniones de tantos y tan versados lectores que se mueven por las redes. Dentro del cúmulo de disciplinas de la sci-fi siempre me ha atraído el subgénero de las naves intergeneracionales, así que hace unas semanas pregunté en twitter por novelas de este tipo y obtuve un feedback increíble. Entre los títulos propuestos está este “Tau Zero” de Poul Anderson que, sin llegar a ser 100% un relato de nave generacional, sí comparte nexos y propuestas interesantes con los mismos. Captó enseguida mi atención, así que rebusqué por las bibliotecas de la diputación hasta dar con un ejemplar que parecía haber conocido días mejores pero que me reservaba una muy grata sorpresa.
Sinopsis:
Siglo XXIII. Tras una devastadora guerra nuclear que casi acaba con el planeta y por ende con su población humana se ha reestablecido la paz. Gobiernos y países conviven bajo el amparo de Suecia, declarado por su modelo de sociedad moderna y respetuosa como líder mundial por consenso. Cincuenta individuos (repartidos equitativamente entre mujeres y hombres) se embarcan en un viaje de cinco años a través de las estrellas. El objetivo es hallar un planeta con recursos para poder ser colonizado y desarrollar allí un nuevo asentamiento 'terrestre'. En el lejano sistema de Beta Virgins se ha detectado un posible candidato en base a los esperanzadores datos recogidos y enviados por las sondas, y hacia allí viaja el futuro de la humanidad.
Astrofísicos, planetólogos, químicos,... Los representantes de la especie humana han sido escogidos a conciencia en base a sus dotes intelectuales y científicas, así como su posible utilidad en una futura colonia humana. Son lo mejor de la especie, una élite destinada a ser recordada en los libros de historia. Surcan el espacio a bordo de la Leonora Christine, una nave de última generación de la classe Bussard capaz de viajar a velocidades casi lumínicas.
Anderson inicia el relato presentando a Reymont e Ingrid, que pasan un día juntos en el período previo al lanzamiento. Buscan fortalecer lazos de cara a una más que previsible necesidad de establecer relaciones una vez en la nave. Y 25 candidatos no son tantos, así que mejor haber escogido con antelación. Las primeras semanas en la nave son alegres, llenas de frenesí laboral pero con tiempo también para fomentar las relaciones. El ambiente es agradable a pesar del confinamiento en tan pequeño reducto. Pero, como no, aparece el conflicto que da pie a toda buena trama: llegados a un momento del viaje surge un percance y esos hombres y mujeres inteligentes, en teoría estables y sobradamente preparados, deben hacer frente a los problemas y a sus propios temores. La resistencia mental y la cordura se pondrán a prueba día tras día. El espacio exterior es inmenso y solitario, y ello alimenta los miedos más profundos del ser humano.
'Oscuridad.
La noche total.
Los instrumentos, llevando al límite la amplificación
y reconvirtiendo longitudes de ondas, podían identificar
algunas chispas en aquel pozo. Los sentidos humanos
no podían ver nada de nada.'
La noche total.
Los instrumentos, llevando al límite la amplificación
y reconvirtiendo longitudes de ondas, podían identificar
algunas chispas en aquel pozo. Los sentidos humanos
no podían ver nada de nada.'
Opinión:
Antes que nada debo reconocer que he disfrutado un montón con esta novela. Las novelas que tratan sobre los límites de la psique humana en el frío y oscuro universo son las que más me gustan. El experimento sociológico de encerrar a un conjunto de humanos en un aislamiento consentido ha sido vastamente explotado en la literatura, pero siempre da mucho de sí. En este caso se trata de la flor y nata de la raza humana, nada que ver con la escoria de la sociedad que tanto gusta en otros experimentos televisivos. Y además tienen que trabajar duro para asegurar su supervivencia. Pero curiosamente el resultado obtenido puede llegar a ser el mismo; todo depende de la respuesta al estrés de los confinados. Y es que tener la certeza de que puedes morir lejos de tu casa y de los tuyos puede generar una gran tensión emocional. Esta es la piedra angular de este gran relato.
Al narrador le gusta la hard sci-fi: le encanta entretenerse en descripciones teóricas sobre el viaje relativista y sobre el funcionamiento de la propulsión Bussard (si tenéis curiosidad he aquí un link que os puede ayudar). A ratos puede resultar arduo seguir el ritmo, pero para nada nos tiene que desmotivar. El convencimiento y la seguridad con la que el autor narra estos pormenores no hace sino darle aún más realismo a una historia de por sí brillante. Anderson no se contenta con ponernos delante la típica trama algo sobada de supervivencia en el espacio, sino que va mucho más allá, atreviéndose con confines narrativos que otros ni tan solo han soñado y a los que yo personalmente nunca antes había llegado. Cuando descubrí lo que estaba a punto de sucederles a estos aguerridos navegantes estelares prendió en mi interior la mecha de la curiosidad más impetuosa. Necesitaba saber cómo acababa esa historia que me ha tenido subyugado de principio a fin.
Mientras la Leonora Christine surca las estrellas aflora en su tripulación una disyuntiva que lleva azotando a la humanidad desde sus inicios: el instinto de supervivencia vs el raciocinio científico, los dictámenes del corazón contra la razón. Este buque sideral comparte ciertos paralelismos con otra legendaria nave maldita, como si de una moderna reversión de la misma se tratase. El viaje en términos relativistas da aquí un giro de tuerca que confiere a la novela un valor añadido que otras historias no tienen. Sin duda la recomiendo, sobretodo a aquellos a los que les gusta la ciencia-ficción y que tienen la suerte de no haberla descubierto aún. Ha sido también mi primera incursion con este autor de raíces nórdicas, un escritor muy prolífico al que seguro pronto retornaré en busca de más aventuras.
Ficha:
"Tau cero" - Poul Anderson
Traducción de Pedro Jorge Romero
Nova Ciencia Ficción (978-84-406-7362-0)
257 páginas
Traducción de Pedro Jorge Romero
Nova Ciencia Ficción (978-84-406-7362-0)
257 páginas
Hola,
ResponderEliminarGracias por la reseña. Por casualidad tienes este libro en formato físico? hace un tiempo que quiero comprarlo...
Buenas,
EliminarPues desgraciadamente no dispongo del libro físicamente (¡qué más quisiera!). Sé que es un ejemplar que va buscado y que tiene cierto valor en el mercado, pero para poder leerlo y reseñarlo tuve la suerte de encontrar un ejemplar en las bibliotecas públicas.
Un saludo!