autor: Imma Monsó
edición: Columna (2016)
género: thriller psicológico
edición: Columna (2016)
género: thriller psicológico
Debo reconocer que si no fuese por el destino quizás no habría leído L’aniversari de Imma Monsó. Lo tuve entre mis manos mientras paseaba por una gran superficie pero su portada, su sinopsis o quizás el ambiente (que no era el óptimo para degustar libros) no se congeniaron para que me interesase por el mismo. Y entonces llegó la semana de Sant Jordi. Una noche, mientras escuchaba un programa de radio, lo mencionaron en la sección de recomendaciones literarias. Al analizar en detalle las propuestas quedé gratamente sorprendido: eran lecturas arriesgadas, muy personales incluso, alejadas de convencionalismos y no demasiado aptas para las grandes masas. Pero a mí me gustaron. Así que tomé nota de un par de títulos, entre ellos la novela de Imma Monsó. Fue tal el empeño que puso la contertulia en su alabanza que no tuve más remedio que tragarme el orgullo, rectificar e ir en busca del libro para darle una nueva oportunidad. Y reconozco que el hado ha sido favorable en esta ocasión, pues se trata de uno de los mejores títulos que he leído últimamente en catalán.
Sinopsis:
Descubrimos en esta historia a un hombre y una mujer que, huyendo del bullicio de la ciudad, han conducido por carreteras sinuosas hasta internarse en el bosque. El plan que la pareja tiene en mente es realizar una escapada para celebrar un aniversario. Pero no se trata de una cita romántica ni nada por el estilo; de hecho no tienen muy claro qué es lo que van a celebrar. Y es que veinticinco años de convivencia rutinaria han hecho mella en el matrimonio: ambos están en un momento de crisis existencial y su relación está a punto de naufragar hasta el punto que llevan tres semanas sin dirigirse la palabra. Encerrados en el coche, sin apenas mirarse, cualquier observador externo pensaría que todo está a punto de estallar, pero la estrategia del silencio parece haber establecido en la pareja un clima relajado, propenso incluso a un punto de inflexión que puede cambiar sus vidas.
Ella es soñadora e imaginativa. Usa las palabras como refugio interior; lo hace desde pequeña, a raíz de un trauma infantil, rehuyendo las imágenes para hallar consuelo en un mundo compuesto por vocablos y significados. Sin ser analítica tiene una tendencia natural a desnaturalizar todo aquello que le dicen aislando del mensaje su contenido más puro, las palabras. Su marido es más pragmático, sin apenas imaginación; o por lo menos no ha hecho gala de ella desde que se conocen. Él tolera las manías de su esposa pero reconoce que el mundo interior de ella se convierte en ocasiones en un abismo insalvable. Él se mantiene firme para sustentar una relación que está al borde del colapso, si bien ella se toma este gesto como un defecto prosaico que se acerca peligrosamente a una obstinada estrechez de miras.
Por otro lado tenemos a Carmina, una mujer poco instruida que se encarga del mantenimiento de la casa de verano que una pareja tiene en la montaña. Carmina tiene un hijo, Guillem, que mata las horas libres leyendo libros de la extensa biblioteca que posee la casa. Tiene una imaginación desbordante y hace uso de ella para recrear los libros que lee; entre ellos está Moby Dick, uno de sus preferidos. Cuando Guillem conoce a Mateu, un chico de ciudad de su misma edad, se establece entre ambos un fuerte vínculo que se fortalece a medida que pasan juntos las vacaciones. Guillem encontrará en Mateu una alma gemela, un compañero para sus juegos y representaciones literarias, alguien con quien evadirse de la sobreprotección que le dispensa su madre. Y es que a falta de una figura paternal Guillem debe ingeniárselas solo para afrontar las aventuras que le depara la vida y lo hace gracias a los libros.
'...ella era la somiadora, la que vivia segrestada
pel magnetisme de la fantasia en plena vigília,
la que s’alimentava d’exaltacions procedents
de les seves fonts internes, la que posseïa totes
les imatges i li bastaven les realitats ideals
i desmaterialitzades… Ell, en canvi, era el que
es movia com peix a l’aigua en la prosaica quotidianitat
i naufragava en els somnis...'
pel magnetisme de la fantasia en plena vigília,
la que s’alimentava d’exaltacions procedents
de les seves fonts internes, la que posseïa totes
les imatges i li bastaven les realitats ideals
i desmaterialitzades… Ell, en canvi, era el que
es movia com peix a l’aigua en la prosaica quotidianitat
i naufragava en els somnis...'
Opinión:
Imma Monsó hace gala en este libro de un vocabulario depurado y muy musical, un poco en la línea de la mujer protagonista, midiendo las palabras para lograr transmitir sensaciones muy concretas. En este aspecto la historia se me antoja redonda y el trabajo de la autora encomiable. Estamos ante una novela psicológica, de eso no hay duda, pero muy alejada de los cánones habituales: un escenario minimalista compuesto por un coche en medio del bosque; una pareja de actores que, sin contar a Carmina y Guillem, soportan buena parte de la historia; una tensión y un misterio que surgen de la intimidad más cotidiana; una trama que no elude las sendas más terroríficas; y, como colofón, una historia que nos atrapa. Monsó no desafía aquí a nuestro intelecto, sino a nuestros sentimientos. Nos hace partícipes de un juego que llega a ser claustrofóbico porque se interna en los recovecos del alma de la pareja protagonista. Y ello nos plantea dudas.
El acierto del libro es que no es en absoluto tramposo. La autora nos propone ser partícipes (y no meros testigos) de unos hechos cargados de oscura intimidad. El lector hace un pacto con la novela, una especie de convención previamente establecida, que aleja la trama del engaño mundano y demás artimañas que buscan allanar el terreno para un giro argumental sorprendente. Me decía un compañero que también era digno de elogio el conocimiento de Monsó de las mujeres, de su psicología, de ese delicado equilibrio entre raciocinio y emoción que las guía. Son palabras mayores, sin duda. No creo que pueda afirmar tal cosa, pero coincido en que el rol femenino ideado por la autora es fabuloso, con una riqueza de matices y una necesidad empática brutal. Pero lo mejor de todo es que es un personaje fiel a sí mismo, hasta el final.
La falta de comunicación como uno de los grandes males de nuestra sociedad: pero no solo a nivel oral, sino también (y sobre todo) a nivel emocional. Es el punto de partida de una historia muy original que por momentos me ha recordado a El vigilante de Peter Terrin, otra fábula donde las emociones de los dos personajes protagonistas eran básicas para construir el mundo en el que transcurría la trama. En nuestro caso la historia de Guillem y Mateu puede resultar chocante al principio. Incluso cuesta meterse en ella, pero llegado un punto el cerebro del lector hace un click y todo cobra sentido. Y no diré más porque fastidiaría el fluir de la lectura y eso es imperdonable. Lo cierto es que he disfrutado mucho de esta obra. Tenía mis dudas sobre la misma pero gracias a ese empujoncito radiofónico he podido descubrir una muy buena novela. Solo tengo un reproche para la autora y es que desvele el fin de la obra de Stendhal, aunque hoy en día no hay más que abrir twitter para que te frustren las expectativas de cualquier libro o serie a base de spoilers.
Ficha:
"L’aniversari" - Imma Monsó
Columna - Col·lecció Clàssica, 1077 (978-84-664-2064-8)
298 páginas
Columna - Col·lecció Clàssica, 1077 (978-84-664-2064-8)
298 páginas
Fantàstic llibre que, efectivament, t’atrapa, potser no des del primer moment però sí aviat. Molt bona recomanació com ja ens tens acostumats als que et seguim. Molt bona també la crítica feta amb la qual estic força d’acord.
ResponderEliminarBon dia Jaume,
EliminarMoltes gràcies per les teves paraules. El que és un luxe és tenir seguidors com tu. Realment és una novel·la que em va sorprendre, de la que no esperava gaire però que m'ha acabat enlluernant per la seva originalitat. Tot un descobriment.
Confio que les noves ressenyes també t'agradin, sobretot la nova de Franzen (i això t'ho dic en primícia ;)
Una abraçada.
@pancromatic