Me enamoré de "Manual para mujeres de la limpieza" junto a sus apuntes biográficos. Me recordó a en "Bell, book and candle": el corte de pelo, las cejas enarcadas y esa mirada distante y profunda, etérea y misteriosa (en el caso de Berlin de un tono entre gris y azulado) que conlleva un magnetismo inefable. Eso fue hace ya unos meses, a finales de 2015, mientras leía un artículo sobre la rentrée literaria para el próximo año. Hablaban de ella como de uno de los secretos mejor guardados de la literatura norteamericana de los últimos años. Preferí ser cauto. Pero Lucia Berlin me ha vuelto a enamorar, esta vez con su prosa, y sus relatos se han convertido en lo mejor que un servidor ha leído en mucho tiempo.
nada más ver una foto que le hizo Buddy Berlin, el que fuera su tercer marido, esa en la que sostiene un cigarro en la mano y que a la postre ha acabado formando parte de la solapa deLos relatos de Lucia Berlin no surgen de la imaginación sino de la memoria. Todos ellos son retazos de una vida, la suya, exprimida al límite, guiada por las sensaciones, buscando hacer de cada instante algo inolvidable. Las relaciones sentimentales, las pasiones desbocadas y los devaneos con el alcohol; el amor por el arte y por los hombres bohemios; su carácter visceral pero sincero, tanto en las luces como en las sombras. Ya sea en primera persona o enmascarada bajo un nombre falso la autora relata aquí pasajes de su existencia.
Desde su más tierna infancia en tierras hostiles y rodeada de mineros hasta su adolescencia en Chile, lugar donde conocería la buena vida, el desencanto y la religión en su lado más profundo, su vida fue un cúmulo de sensaciones encontradas. Sus relatos abarcan Chile, México y los Estados Unidos de América, todos ellos repletos de lugares comunes (lavanderías, hospitales, desiertos hermosos o clubs nocturnos). El hilo conductor de todas las historias son el arrebato del amor, la pasión por la vida y por lo auténtico. El alcohol es un compañero habitual, no en vano formaba parte de su familia desde que la autora tuvo uso de razón.
"Toda luna, todo año" es una historia preciosa; "Melina" está repleta de belleza y de amor mientras que "La vie en rose" narra los ideales y desamores de unas adolescentes; sublimes son "Dentelladas de tigre", "Apuntes de la sala de urgencias" y "Amigos", cada una a su manera; "Penas" rememora sensaciones ya vividas y "Bonetes azules" es un fiel retrato de la convivencia con un hombre semidesconocido; el inicio de "Inmanejable" es demoledor, un preludio de lo que nos narra; y en "A ver esa sonrisa" conocemos a la protagonista desde fuera, a través de las impresiones que causa en una tercera persona.
de seguros y vio a una mujer. Era Melina.
Estaba archivando documentos, aunque no realmente,
porque miraba por la ventana con una sonrisa soñadora.
Tenía el pelo largo y rubio teñido, y llevaba un vestido negro.
Era muy menuda y delgada. Pero fue su piel, dijo Beau.
Más que una persona, Melina parecía una criatura de seda blanca,
de vidrio opalino.
Lucia Berlin ganó el American Book Award en 1990 con "Homesick" y el Jack London Short Prize en 1985 por el relato breve "Mi jockey". Aún así, cuando Lucia Berlin falleció en 2004 el día de su cumpleaños, seguía siendo una completa desconocida; como si todos sus maravillosos relatos publicados en The Atlantic Monthly o en The Noble Savage no hubiesen significado nada. "Manual para mujeres de la limpieza" es una especie de testamento, una redención literaria.
Sus historias, como las de Los trazos de su prosa son sumamente orgánicos y ante la vivacidad de sus relatos resulta imposible no dejarse llevar. La excelente traducción no hace sino ensalzar esas historias conmovedoras y rotundas a la par.
, desprenden una luz diáfana y llena de matices. Lucia tiene una capacidad innata para las descripciones y su sentido del humor es encomiable.Recomendar este libro es una futilidad; como lo es luchar contra uno mismo, contra lo que uno siente. A través sus páginas revivimos su encuentro con , rememoramos su relación con el tío John o conocemos a los hombres que la quisieron. Con un solo párrafo ya estamos dentro de su vida, de su mente, de su corazón. Podría enumerar múltiples calificativos pero ninguno le haría justicia. Solo puedo decir que leer esta novela implica amar a Lucia Berlin sin reservas, como ella siempre hacía, hasta el final de los días.
Alfaguara (978-84-204-1678-6) - 2016
429 páginas
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