Vivimos en la era de la inmediatez y del exceso: cuanto más mejor y a poder ser ya mismo. Eso es lo que nos transmite la sociedad. La literatura no se ha mantenido al margen de esta norma y el resultado es la publicación de una cantidad ingente de libros, muchos de ellos agrupados en trilogías, tetralogías y demás sagas sin fin que cotizan al alza. Un exceso de información en el fondo, un derroche de palabras muchas veces innecesario, la antítesis de la reflexión, del ritmo pausado y del menos es más. Me declaro amante del slow reading y por ello afirmo sin rubor que "Hipermatrònic, l'hiperbreu que va sorgir de l'espai profund" de es un libro muy necesario, un bálsamo en esta vorágine de tramas y personajes, una apuesta valiente y arriesgada en lengua catalana que ensalza la labor del escritor como artesano de la palabra.
No hay trama posible en este libro: las ciento once historias que lo componen son independientes. Se pueden agrupar funcionalmente en un corpus central (que incluye referencias a "Star Wars", un análisis del ciberpunk o un homenaje a entre otros) y en un apéndice con el legado de este experimento, pero cada ente es único, libre e irrepetible. Los factores comunes de este conjunto de relatos son la velocidad y el impacto (y aquí parafraseo a David Roas). Sergi G. Oset hace del What if su lema vital y lo retuerce hasta obtener ucronías bastardas, cruces imposibles y spin-off surrealistas; solo así se logra fusionar "Blade Runner" con "Game of Thrones" o se atisba el reverso más oscuro de "El Padrino".
i Jack l'Esbudellador, tancats, un cap de setmana
plujós d'estiu, en un casalot d'estiueig
d'una població suïssa, es repten, per matar
l'avorriment, a concebre i escriure el crim
més escabrós que se'ls acudeixi. Amb l'excitació
del moment, deicideixen deixar-se de romanços
i posar en pràctica tot aquell esclat
de creativitat macabra.
El uso sutil de la elipsis y del aforismo, del epigrama o del epitafio, de la metáfora y del símil son los cimientos en los que se asientan estos relatos hiperbreves, estructuras cortas y acotadas repletas de ambigüedad pero nunca exentas de contenido. El autor prescinde aquí de las descripciones, acentúa (y exprime) el carácter in media res de las historias y formula monodosis impregnadas del amor por la literatura y el cine de género. No es obligatorio ser un fan acérrimo de estos mundos pero el conocimiento aumenta el placer de su lectura; es entonces cuando la sátira y el humor negro despliegan sus alas y nos atrapan por completo.
desencaixat, Groucho, mentre intenta apuntalar
la porta que separa la cabina atapeïda
de passatgers histèrics del vagó
de zombis famolencs.
La literatura reside en ocasiones en los grandes sellos editoriales y en sus flamantes autores, pero la mayoría de veces subyace tras las portadas de editoriales pequeñas e independientes que apuestan por escritores poco conocidos. "Hipermatrònic" es un ejemplo clarísimo de ello. ¿Quién sino se atrevería a editar un conjunto de microrelatos en los que el título es más largo que alguno de los propios textos? Las historias son aquí como pequeñas islas rodeadas de un océano de espacio en blanco (y en esta ocasión tomo prestadas las palabras de ). Urge entonces que el texto sea contundente a la par que conciso, pues acecha el oscuro peligro del ridículo o, peor aún, de la indiferencia. Pero el autor sale muy bien parado, haciendo gala de una soltura y un criterio excelentes, no en vano esta es su tercera incursión en la microficción después de "Paràsits mentals" y "El último vuelo del Microraptor".
em fa veure les estrelles.
Los relatos hiperbreves no son una novedad. El uso de herramientas como twitter ha agilizado el ingenio de los escritores, obligándoles a sintetizar historias en apenas unas decenas de caracteres, haciendo de la brevedad un arma poderosa. El concurso que la web organiza anualmente es un claro ejemplo del auge de esta tendencia. Aunque no es fácil destacar sobre el resto Sergi G. Oset logra brillar con luz propia en este ámbito: el autor gracienc ha sabido destilar la esencia de una obra magistral como "El diccionario del diablo" de y adaptarla a nuestros tiempos. Si a eso le sumamos una de las mejores portadas que recuerdo en años ( ha vuelto a dar en el clavo) el resultado es una obra divertida, asombrosa e inteligente, alejada del mainstream y por consiguiente con poca repercusión en el mercado, un detalle que lejos de restarle méritos la convierte en algo infinitamente valioso.
157 páginas
Moltes gràcies per aquesta ressenya tan completa. Un plaer saber-te lector satisfet.
ResponderEliminarUna abraçada,
Sergi
Gràcies a tu per escriure el llibre i permetre que gaudís tant.
EliminarUna forta abraçada company!